Máscaras de especies endémicas diseñadas por Natalia Morales Tapia para Galería Zorra.

Natalia Morales Tapia es diseñadora escénica de profesión y mascarera de oficio. Eterna aprendiz mascarera que se interna en los caminos de la mascarería por curiosidad y por su interés en la cultura popular y las fiestas religiosas.

Desde su mirada teatral, las danzas enmascaradas y toda la intensidad de la teatralidad ritual de los carnavales de las culturas andinas son el contexto completo; son la obra. La fiesta popular y religiosa lo permea todo; el espacio, los bailarines, los personajes tras las máscaras y trajes, e incluso a quienes participan como espectadores. En el contexto del carnaval, la máscara funciona como un vehículo de la tradición y de la memoria histórica y estética, es a través de personajes enmascarados que se “expresan sentimientos humanos, pasiones, traumas históricos”, las máscaras en sus múltiples usos escénicos y rituales “forman parte del contexto histórico y social de un pueblo” (Victor José Moya en Máscaras, la otra cara de México).

Los inicios de Natalia en el oficio de la mascarería fueron con maestros peruanos, en un taller de máscaras de la Comedia del Arte y otro de Máscaras de Paucartambo (usadas en la festividad de la Mamacha del Carmen de la zona del Cuzco y hoy declaradas patrimonio cultural). Natalia también danzó en la Fiesta de la Candelaria en Puno y colaboró en el montaje de una exposición de máscaras de las festividades andinas de uno de sus maestros, el actor y mascarero Amiel Cayo.

Natalia trabaja la técnica italiana en la cual se utiliza algodón y gasa, y que tiene como resultado una materialidad muy liviana. En su trabajo integra y experimenta con el teñido, agregando más complejidad a la cadena de procesos que permiten decir que una máscara está terminada. En sus máscaras de formato más pequeño utiliza una pasta de harina y yeso con la que rememora las técnicas más simples, tradicionales y nobles del oficio mascarero. Para la artista, la máscara es el medio a través del cual se permite el juego, la pérdida de la propia identidad y la apertura a ser otro, la libertad de imaginar y acuerpar un personaje otro y ser parte de un rito donde dialogan la identidad propia y la de la máscara.

Su trabajo se nutre de una imaginería fabulesca. Los animales y los híbridos entre animales y otros seres le permiten crear un conjunto de personajes dotados de un carácter y una personalidad particular; seres mascarados a partir de los cuales se transmite una historia, un cuento. Es en este sello de su obra que se puede apreciar la influencia del sincretismo entre lo religioso y ritual con lo mundano, muy propio de la ritualidad carnavalesca de la cultura andina que le sirvió como trampolín para su actual oficio de mascarera.

Para Galería Zorra, Natalia diseñó dos máscaras de zorras endémicas (zorra de Culpeo y zorra chilota) con personalidades y estilos distintos. Para nosotros fue un gran placer haber formado parte del proceso de llevar a la materialidad una idea: desde la elaboración de los bocetos hasta sentir las capas de gasa y yeso frías sobre nuestras caras para el armado de los moldes, y posteriormente ver el resultado de las dos hermosas máscaras que Natalia fabricó.

Su trabajo más reciente se inscribe en el marco del proyecto Simbiontes, exposición de máscaras por la biodiversidad, de la Plataforma de Artes Escénicas La Máscara Danzante. El proyecto reúne a varias mascareras a cargo de la elaboración de seres híbridos de humanos y animales endémicos.

Les invitamos a conocer el trabajo de Natalia en su Instagram @natoboreal, el proyecto Simbiontes y a apoyar oficios artísticos como el de la mascarería.